Nada, nadie

Y al final, te terminás convenciendo de que todo lo que te dicen es verdad y que tienen razón al decirte inútil, pendeja, inservible, buena para nada. Que nada te sale como querés, que das poco y nada, que no sos nada. Nadie. Nadie puede completar ese vacío en vos misma. Nadie, absolutamente nadie puede acompañarte en el dolor, porque cuando lo intentan se vuelve más doloroso, sentís la pena que te tienen. El dolor que te tienen por ser como sos, por hacer las cosas que hacés, por ser quien sos. Pero no desesperes, porque yo: